El proceso “Fortaleciendo el sentido comunitario desde el arte” es una apuesta educativa, política y cultural que impulsa SERJUS para acompañar a juventudes urbanas y rurales de la región Metropolitana e Ixcán. Este camino reitera que el arte es una herramienta de resistencia, una semilla que expresa lo que se siente en los territorios, y una forma de recuperar el sentido comunitario que las desigualdades, el individualismo y el despojo han intentado arrancar de la vida colectiva.
Este proceso nace con el propósito de impulsar procesos educativos que fortalezcan el liderazgo juvenil, ampliando su participación en las organizaciones acompañadas por SERJUS, y promoviendo el diálogo intergeneracional, la memoria histórica y la defensa de derechos como el agua, la biodiversidad, los derechos de las mujeres y los derechos colectivos de los pueblos indígenas. Cada encuentro es un espacio donde las juventudes pueden nombrar su realidad, construir pensamiento crítico y convertir sus expresiones artísticas en propuestas políticas que aportan al fortalecimiento del espacio cívico.
El primer encuentro reunió a jóvenes de los territorios del departamento de Guatemala e Ixcán para reflexionar sobre los desafíos que atraviesan sus vidas y comunidades. Acceso desigual al agua, violencia hacia las mujeres, deterioro ambiental, racismo, discriminación hacia la juventud, falta de oportunidades y criminalización de liderazgos comunitarios fueron algunas de las problemáticas identificadas como parte de un entramado más amplio de opresiones que afectan la vida cotidiana.
Desde ese reconocimiento colectivo las y los jóvenes exploraron cómo el arte puede comunicar lo que muchas veces no se logra decir con palabras, cómo puede acercar a la comunidad a su propia realidad y cómo se convierte en un puente para fortalecer la organización comunitaria.
El 22 y 23 de noviembre se llevó a cabo el segundo encuentro, un espacio intergeneracional que reunió a juventudes de la región Metropolitana e Ixcán con lideresas y líderes comunitarios. Fue una jornada que profundizó en la importancia de encontrarse, escucharse y caminar juntas y juntos: jóvenes, autoridades comunitarias, liderazgos históricos y nuevas generaciones.
Durante el encuentro, las y los jóvenes presentaron danzas y murales inspiradas en las luchas que sostienen en sus territorios: la defensa del agua, la protección de la biodiversidad, la memoria histórica y la dignidad frente a las violencias y el despojo
Este espacio permitió reconocer que las juventudes tienen la fuerza transformadora y la coloca al servicio de sus territorios. Juntas, estas miradas permiten construir procesos más sólidos, más sabios y más esperanzadores.
El arte, en sus múltiples formas, se convierte aquí en una herramienta para nombrar injusticias, imaginar futuros y fortalecer la organización colectiva.
Cada encuentro deja aprendizajes, reafirma compromisos y abre nuevas posibilidades para que la juventud sea protagonista en la defensa de la vida y del territorio.
Este proceso se realizó gracias al acompañamiento de ASERJUS y al apoyo financiero de ASTM.





