El COVID19 y sus efectos en la lucha, resistencia y organización de los pueblos

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El COVID19 y sus efectos en la lucha, resistencia y organización de los pueblos

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Subregión Mam, Quetzaltenango

El coronavirus COVID-19, (acrónimo del inglés coronavirus disease 2019), también conocido como enfermedad por coronavirus o, incorrectamente, como neumonía por coronavirus, es una enfermedad infecciosa causada por el virus SARS-CoV-2.910, y se detectó por primera vez en la ciudad de Wuhan (provincia de Hubei) en el país de China, en diciembre de 2019. En ese momento los países y gobiernos a nivel mundial, incluido nuestro país no le dieron la importancia, ni se prepararon para su expansión.

El virus se propago rápidamente en menos de tres meses, dado que no había protocolos de seguridad para detener el contagio, por lo que el 11 de marzo de 2020 había llegado a más de 100 territorios en los 5 continentes, la Organización Mundial de la Salud, OMS, declaró pandemia 

 

El 10 de marzo el gobierno de Guatemala declaró estado de calamidad pública como medida de prevención ante la llegada de la pandemia al país, esta es una disposición legal establecida en la Ley de Orden Público aprobada en 1965. En esta se considera que es “obligación de las autoridades mantener la seguridad, el orden público y la estabilidad de las instituciones del Estado”, y establece algunas restricciones como: limitar el derecho a la libre locomoción, y el derecho a organización y reunión.

Control comunitario entrada Aldea La Estancia

ARTÍCULO 14. El Estado de calamidad pública podrá ser decretado por el Ejecutivo para evitar en lo posible los daños de cualquier calamidad que azote al país o a determinada región, así como para evitar o reducir sus efectos.
ARTÍCULO 15. El Presidente de la República podrá, en estos casos, tomar las medidas siguientes:

  1. 1) Centralizar en la entidad o dependencia que el decreto señale, todos los servicios públicos, estatales y privados, en la forma y circunstancias que el estado de calamidad pública lo requiera. Cuando se trate de servicios que presten entidades de carácter internacional, se procederá de acuerdo con los convenios respectivos.
  2. 2) Limitar el derecho de libre locomoción, cambiando o manteniendo la residencia de las personas, estableciendo cordones sanitarios, limitando la circulación de vehículos o impidiendo la salida o entrada de personas en la zona afectada.
  3. 3) Exigir de los particulares el auxilio o cooperación que sean indispensables para el mejor control de la situación en la zona afectada.
  4. 4) Impedir concentraciones de personas y prohibir o suspender espectáculos públicos y cualquier clase de reuniones.
  5. 5) Establecer precios máximos o mínimos para los artículos de primera necesidad y evitar su acaparamiento.
  6. 6) Ordenar la evacuación de los habitantes de las regiones afectadas o que estén en peligro.
  7. 7) Dictar las medidas adecuadas para el resguardo de las fronteras internacionales.
  8. 8) Tomar todas las medidas necesarias para que la calamidad no se extienda a otras zonas para la protección de las personas y de sus bienes.

Días después, el 13 de marzo, el presidente Alejandro Giammattei confirmó el primer caso de coronavirus en el país, y en este momento el gobierno invitó a la población a no entrar en pánico y seguir una vida normal, es más, invito a la población a ir a la playa aduciendo que todo estaba bajo control y no había porque alarmarse.

Sin embargo, la población especialmente las que viven en áreas urbanas abarrotaron supermercados para realizar compras compulsivas, lo que provocó desabastecimiento de algunos productos como el papel higiénico, gel antibacterial y mascarillas; contrario a este acontecimiento en el área rural la población mantenía la calma y se preguntaban por qué nuestros paisanos actúan de esta manera. Al consultar al liderazgo comunitario de porqué mantenían la calma, la mayoría afirmó: “nosotros tenemos nuestro maíz y frijol de la cosecha y es lo que siempre hemos comido”. Este primer acontecimiento evidenció que el país se abastece de alimentos gracias a las y los agricultores del área rural que mantienen prácticas ancestrales de cultivo de maíz, frijol y otras especies que son la base de la alimentación.

El 16 de marzo como medidas para contener la propagación de la pandemia en Guatemala el gobierno estableció ciertas restricciones como suspensión de clases en todos los niveles educativos, suspensión de labores en sector publico y privado de actividades no esenciales y suspensión de trasporte urbano y extraurbano, y el 22 de marzo se promovió la restricción a la libre locomoción de 16:00 a 4:00 de la mañana; entre otras que se han ido sumando y que afectan principalmente a la población asalariada.

Control comunitario entrada aldea Toj Alic.

La vida en las comunidades rurales e indígenas sufrió algunos giros, los recuerdos del conflicto armado se hicieron presente en la memoria de las y los abuelos, en el contexto volvió a surgir la palabra toque de queda para referirse a la restricción a la locomoción. En algunas comunidades alcaldes comunitarios y/o COCODE´s donde el gobierno no tiene presencia, empezaron a buscar alternativas para el resguardo de la población y evitar el contagio del virus, sin embargo, no cuentan con los recursos e insumos necesarios para detener esta pandemia.

A pesar de las limitantes de las comunidades han tomado sus propias prácticas ancestrales de prevención principalmente en el control de entrada de los migrantes a las comunidades, han creado un cordón de seguridad a nivel comunitario para no dejar entrar a personas ajenas de las comunidades con la finalidad de evitar la contaminación con el COVID-19, se han organizado a nivel comunitario para hacer cumplir el toque de queda, y evitar a la aglomeración de personas en los mercado y abarroterías.

 

La cancelación del transporte público el 17 de marzo, vino a afectar enormemente a las personas que venden su fuerza de trabajo en el departamento de Quetzaltenango, ya que no están circulando el transporte colectivo, un 50 por ciento de la población sale de sus comunidades a trabajar a los municipios y cabecera departamental, situación que afecta a la economía informal, familias que viven del día a día. Sin embargo, el otro 50 por ciento de la población que se dedica a la producción de maíz, frijol y hortalizas, continúan su vida de manera normal, saliendo a trabajar de 4:00 de la mañana a 12:00 del mediodía a sus terrenos.

A nivel de cabecera municipal, los gobiernos municipales han iniciado con limpieza y desinfección de los mercados municipales, así como el ordenamiento de los puestos de venta (piso de plaza), donde cada uno de los vendedores debe dejar por lo menos un metro de distancia entre cada puesto para no generar aglomeración de personas. Se han suspendido los mercados municipales los días jueves y domingo, además se ha prohibido el ingreso a vendedores de otros municipios, así mismo se realiza control de temperatura en la entrada de los municipios para evitar el contagio del COVID-19.

En San Martin Sacatepéquez, San Juan Ostuncalco, Concepción Chiquirichapa, Huitán y Cabricán, correspondientes a los municipios de la subregión mam de Quetzaltenango, no se ha identificado ningún caso positivo de COVID-19, sin embargo, los efectos se han marcado en las familias que tienen un ser querido en los Estados Unidos y han dejado de recibir remesas. Incluso, se conoce de algunos casos en los que han enviado dinero a sus familiares que han dejado de laborar por un mes, al estar en casa como normativa del presidente de Estados Unidos, y la suspensión de las obras de infraestructura que se estaban realizando, situación que repercute en los albañiles y ayudantes responsables de los trabajos.

Ante esto, muchas familias empiezan a sufrir hambre, pues los pocos insumos como el maíz y el frijol que tenia almacenado de sus cosechas se está terminando; existe el temor que su situación se agrave, y que las y los niños sufran de otras enfermedades o incluso que muchas más familias sufran de desnutrición aguda, pues no pueden ni salir a vender su fuerza de trabajo por la usencia del transporte colectivo.

Desde la organización comunitaria y/o por iniciativas personales se han realizado acciones de recolección de alimentos para los más necesitados de las comunidades y la solidaridad entre el pueblo se ha evidenciado. Por ejemplo, en el municipio de San Martín Sacatepéquez y San Juan Ostuncalco a nivel del altiplano de los municipios se organizaron y recolectaron víveres para los vecinos de la boca costa de San Martín Sacatepéquez, y para familias con extrema pobreza de San Juan Ostuncalco. La mayoría de las familias de escasos recursos económicos viven de lo que ganan día a día.

La mayor preocupación de la población es como subsistir y resistir a la escases de alimentos y no tanto a la enfermedad, al consultar al liderazgos comunitario si están preparados para hacer frente a un brote de contagio de COVID-19 en sus comunidades, la respuesta es no y existe el temor de que muchas personas mueran, sin embargo, plantean que en la comunidad la medicina natural es una alternativa para afrontar esta pandemia. Las familias han iniciado a consumir tes de manzanilla, jengibre y miel, se ha aumentado el consumo del ajo, incluso consideran que el usar el chuj (baño de vapor) es una ventaja contra esta enfermedad.

Las familias comentan que aunque el gobierno central ha presentado 10 programas sociales para beneficiar a los diferentes sectores de la población, ya ha pasado más de un mes y estas disposiciones no se evidencian en la ayuda para las comunidades de los municipios del pueblo Mam. 

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