Nosotras y nosotros, representantes de comunidades de la Costa Sur, ratificamos el día de hoy nuestro compromiso en la protección del ambiente, la defensa del agua, de los bienes naturales y de nuestro territorio.
Hace más de un año, realizamos la Marcha por el Agua para denunciar el desvío y la contaminación de ríos. Lamentamos la falta de seguimiento por parte del ministerio de ambiente, ministerio de salud, ministerio de agricultura y del ministerio público para solucionar esta problemática.
Estamos cansados de que el gobierno de Jimmy Morales culpe a la población de la contaminación que existe. Sabemos que los servicios públicos municipales en nuestras comunidades son deficientes para el tratamiento de la basura y aguas residuales, pero estamos muy conscientes de que la cantidad de agua que usamos o la cantidad y calidad de los residuos que generamos, no es nada en comparación con lo que utilizan y producen los monocultivos de caña de azúcar, banano, palma aceitera y hule. Como campesinas y campesinos, nos vemos obligados a utilizar los mismos agroquímicos, usados por las plantaciones de monocultivos, ya que sufrimos las plagas que ellas desplazan.
No nos engañarán con las supuestas mesas técnicas. Tenemos claro que el propósito de estas mesas es de entretenernos durante la época seca para no protestar, que son una pérdida de tiempo pues no se arreglan los problemas de fondo (se libera un río y acaparen otro, no se busca establecer un caudal social y ecológico para asegurar el derecho humano al agua y un equilibrio ecológico, etc.). Además, demuestran la incapacidad gubernamental, ya que buscan imponer mediciones por parte del instituto de cambio climático, financiado por los mismos cañeros y palmeros que nos afectan.
Ante estos hechos, nosotras, comunidades de la Costa Sur exigimos:
1. Que se liberen los ríos y establezca una legislación contundente que penalice el desvío de los ríos y el secamiento de pampas. Que ya no se continúe perforando más pozos industriales. Que se avance efectivamente en las investigaciones de las denuncias que ya se han realizado.
2. Que se implementen políticas y acciones gubernamentales firmes para luchar eficientemente contra la contaminación del agua y del aire; en particular, mejorar y dar seguimiento real por parte del ministerio de ambiente al reglamento de aguas residuales.
3. Que se prohíban las fumigaciones aéreas y el uso de agroquímicos que causan tantos daños al ambiente, a los trabajadores y a las comunidades aledañas
4. Que se detenga la expansión de los monocultivos para parar la deforestación y el deterioro de los demás bienes naturales. Que se cuide el mangle y el Manchón Guamuchal.
5. Que el gobierno deje de ser servil de las empresas y cumpla su función de garante de la vida, la libertad, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona, siendo su fin supremo el bien común, como lo establece la Constitución de la República de Guatemala.
6. Que ya no se vulneren ni violenten los derechos de la niñez y de las mujeres.
HACEMOS UN LLAMADO A LA POBLACIÓN A QUE HAGA CONCIENCIA DESDE SUS ESPACIOS Y QUE PROMUEVA ACCIONES PARA LA PROTECCIÓN DE NUESTRO AMBIENTE Y A LAS ORGANIZACIONES NACIONALES E INTERNACIONALES DE DERECHOS HUMANOS Y AMBIENTALISTAS A PRONUNCIARSE ANTE ESTA PROBLEMÁTICA, QUE AFECTA A NUESTROS PUEBLOS.
Firman las comunidades de la Costa Sur afectadas por los monocultivos de palma aceitera, caña de azúcar y banano de los municipios de Champerico, Nuevo San Carlos, El Asintal, San Andrés Villaseca y San Felipe de Retalhuleu; Nueva Concepción, Escuintla; Suchitepéquez; La Blanca de San Marcos; Coatepeque de Quetzaltenango y Comité de Unidad Campesina – CUC.
5 de junio de 2017